La Guerra de 2001 en Afganistán (denominada por el mando estadounidense como "Operación Libertad Duradera", luego de que se pretendiera llamarla "Operación Justicia Infinita", nombre que fue rechazado y modificado por insinuar motivaciones religiosas y mesiánicas) se inició el 7 de octubre de 2001, ante la negativa del régimen talibán que gobernaba Afganistán de entregar Osama bin Laden que estaba en ese país, considerado el terrorista más buscado por el gobierno estadounidense de George W. Bush. Estados Unidos emprendió una serie de bombardeos sobre Afganistán, con el fin de derrocar al régimen gobernante y encontrar a su enemigo público número uno.
Estados Unidos obtuvo el apoyo de la ONU y la llamada comunidad internacional. El día de la invasión, fuerzas especiales de Estados Unidos se infiltraron en el territorio con el objetivo de contactar a la denominada Alianza del Norte para incorporarlos a la operación contra el gobierno Talibán. A las 17.00, hora local, se inició una campaña de bombardeos contra las posiciones del ejército Talibán y de campos de Al Qaeda. Los efectos fueron inmediatos en la capital, Kabul, en Kandahar y en Jalalabad. Tanto el Presidente estadounidense George W. Bush como el primer ministro británico, Tony Blair, informaron a la opinión pública de los ataques y minimizaron sus consecuencias reales.
Los primeros ataques se dirigieron contra los posibles campos de entrenamiento de Al Qaeda -donde se sospechaba que podían disponer de misiles tierra-aire Stinger suministrados por el propio Estados Unidos a la resistencia durante la invasión soviética de los 80- y los sistemas de defensa antiaérea afganos. Aproximadamente al quinto día de las operaciones, los sistemas de defensa antiaérea estaban prácticamente destruidos, las pistas de aterrizaje de aviones inutilizadas y las comunicaciones internas del ejército afgano eran incapaces de coordinar las operaciones militares.
En la segunda parte de la campaña los objetivos de Estados Unidos eran los vehículos terrestres talibanes, tanto carros de combate como vehículos de transporte de tropas. Igualmente se buscaba a Osama bin Laden y al líder afgano, el Mullalh Omar, que fue atacado pero no alcanzado cerca de Kandahar a finales de octubre. A principios de noviembre los raids aéreos sobre el ejército talibán habían hecho mella y el día 2 las fuerzas de la Alianza del Norte podían avanzar libremente hacia Kabul.
El 9 de noviembre comenzó la batalla de Mazar-e-Sharif.
Así, el 13 de noviembre de 2001, la capital Kabul fue tomada por la Alianza del Norte sin apenas resistencia por parte de los Talibán. Este hecho marcó el fin del régimen extremista y la ocupación estadounidense, con la imposición de Hamid Karzai, como nuevo presidente. No obstante, bin Laden, no fue capturado, su paradero se creé y se pierde en las Montañas de Pakistán. La guerra prosiguió los años siguientes y los miembros de la OTAN encontraron muchas bajas y los Talibanes volvieron a ocupar muchos territorios, en el año 2007 según algunos analistas los Talibanes podrían reconquistar el poder aun con las tropas invasoras occidentales todavía en el país. [1]. Para julio 2008 la situacion empeora para la OTAN ya que sus bajas aumentan siendo que en junio y julio hubo mas bajas que en Irak.
Estados Unidos obtuvo el apoyo de la ONU y la llamada comunidad internacional. El día de la invasión, fuerzas especiales de Estados Unidos se infiltraron en el territorio con el objetivo de contactar a la denominada Alianza del Norte para incorporarlos a la operación contra el gobierno Talibán. A las 17.00, hora local, se inició una campaña de bombardeos contra las posiciones del ejército Talibán y de campos de Al Qaeda. Los efectos fueron inmediatos en la capital, Kabul, en Kandahar y en Jalalabad. Tanto el Presidente estadounidense George W. Bush como el primer ministro británico, Tony Blair, informaron a la opinión pública de los ataques y minimizaron sus consecuencias reales.
Los primeros ataques se dirigieron contra los posibles campos de entrenamiento de Al Qaeda -donde se sospechaba que podían disponer de misiles tierra-aire Stinger suministrados por el propio Estados Unidos a la resistencia durante la invasión soviética de los 80- y los sistemas de defensa antiaérea afganos. Aproximadamente al quinto día de las operaciones, los sistemas de defensa antiaérea estaban prácticamente destruidos, las pistas de aterrizaje de aviones inutilizadas y las comunicaciones internas del ejército afgano eran incapaces de coordinar las operaciones militares.
En la segunda parte de la campaña los objetivos de Estados Unidos eran los vehículos terrestres talibanes, tanto carros de combate como vehículos de transporte de tropas. Igualmente se buscaba a Osama bin Laden y al líder afgano, el Mullalh Omar, que fue atacado pero no alcanzado cerca de Kandahar a finales de octubre. A principios de noviembre los raids aéreos sobre el ejército talibán habían hecho mella y el día 2 las fuerzas de la Alianza del Norte podían avanzar libremente hacia Kabul.
El 9 de noviembre comenzó la batalla de Mazar-e-Sharif.
Así, el 13 de noviembre de 2001, la capital Kabul fue tomada por la Alianza del Norte sin apenas resistencia por parte de los Talibán. Este hecho marcó el fin del régimen extremista y la ocupación estadounidense, con la imposición de Hamid Karzai, como nuevo presidente. No obstante, bin Laden, no fue capturado, su paradero se creé y se pierde en las Montañas de Pakistán. La guerra prosiguió los años siguientes y los miembros de la OTAN encontraron muchas bajas y los Talibanes volvieron a ocupar muchos territorios, en el año 2007 según algunos analistas los Talibanes podrían reconquistar el poder aun con las tropas invasoras occidentales todavía en el país. [1]. Para julio 2008 la situacion empeora para la OTAN ya que sus bajas aumentan siendo que en junio y julio hubo mas bajas que en Irak.
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