martes, 26 de agosto de 2008

Atentado a las Torres Gemelas

Los atentados del 11 de septiembre de 2001 (comúnmente denominados como la 9/11 en el mundo anglosajón y el 11-S en España y Latinoamérica), fueron una serie de atentados suicidas que implicaron el secuestro de cuatro aviones de pasajeros por parte de 19 miembros de la red terrorista Al-Qaeda.[1]
Se dividieron en cuatro grupos de secuestradores, cada uno de ellos con un piloto que se encargaría de conducir el avión una vez ya reducida la tripulación de la cabina. Los dos primeros aviones fueron el Vuelo 11 de American Airlines y el Vuelo 175 de United Airlines que fueron estrellados contra las Torres Gemelas del World Trade Center, un avión contra cada torre, haciendo que ambas se derrumbaran en las dos horas siguientes.
El tercer avión secuestrado fue el Vuelo 77 de American Airlines que impactó contra la esquina del Pentágono en Virginia. El cuarto avión, que fue el Vuelo 93 de United Airlines, no alcanzó ningún objetivo ya que los pasajeros y tripulantes intentaron recuperar el control y, debido a eso, se estrelló en un campo abierto, en Shanksville, Pensilvania.
Aparte de los 19 secuestradores hubo unas 2.973 personas fallecidas confirmadas y unas 24 continúan desaparecidas como consecuencia de los dichos atentados.

Este atentado se caracterizó por el empleo de aviones como armamento, creando una situación de temor mayor en todo el mundo occidental y dando comienzo a la Guerra contra el terrorismo. Los atentados del 11 de septiembre del 2001 fueron descritos por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas como "horrendos ataques terroristas".[]


Los atentados

Cuatro aviones de pasajeros fueron secuestrados en ruta hacia el estado de California desde el Aeropuerto Internacional de Boston, el Aeropuerto Internacional Washington-Dulles y el Aeropuerto Internacional Libertad de Newark. Los cuatro aviones tenían como destino el estado de California, los tres primeros aviones hacia Los Ángeles y el último avión a San Francisco, por lo que sus depósitos de combustible iban llenos con unos 91.000 litros y unos 65.455 kg.[3] Los dos primeros aviones impactaron contra las Torres Gemelas del World Trade Center, el tercero contra el Pentágono en Washington DC y el cuarto en un campo abierto en Shanksville Pensilvania.
Algunos pasajeros y miembros de la tripulación de los aviones secuestrados pudieron llamar con sus teléfonos móviles, informando de que había varios secuestradores en cada avión. Un total de 19 fueron más tarde identificados por el FBI, cuatro en el vuelo United 93 y cinco en los otros tres vuelos.
Según revelaron los testimonios desde los propios aviones, los secuestradores habían tomado el control de éstos usando simples navajas con las que mataron a azafatas de vuelo y al menos a un piloto o pasajero. Según las investigaciones de la Comisión del 11-S, se tiene constancia también de que fue usado algún tipo de espray para retener a los pasajeros en la cabina de primera clase. Asimismo se amenazó con la presencia de una bomba en tres de los aviones; no fue así en el American Airlines 77. Según las conclusiones de esta comisión, se piensa que los avisos de bomba eran probablemente falsos.


Gráfico de la FEMA que muestra los impactos en las Torres Gemelas.
En el cuarto avión, la caja negra reveló que los pasajeros, después de enterarse de que el resto de aviones habían sido estrellados deliberadamente, trataron de retomar el control de los aparatos, a lo que los secuestradores reaccionaron moviendo el avión en un fallido intento para someter a los pasajeros. De acuerdo con la grabación 9-1-1, uno de los pasajeros, Todd Beamer, pidió a la persona con quien hablaba por teléfono que rezara con él y al finalizar simplemente dijo "let's roll". Poco después, el avión se estrelló en un campo cercano a Shanksville en Pensilvania a las 10:03.11 am hora local. Existe un debate acerca del momento exacto en que el avión chocó contra el suelo ya que los registros sísmicos registran el impacto a las 10:06 am. Posteriormente el líder de Al Qaeda capturado Khalid Shaikh Mohammed dijo que el vuelo 93 tenía como objetivo el Congreso de los Estados Unidos.
Línea de tiempo del 11-S
Artículo principal: Cronología de los atentados del 11 de septiembre de 2001
El horario está establecido según la hora local de verano en el Este de los Estados Unidos (EDT). Para establecer el tiempo universal (UTC) deben sumarse cuatro horas a la hora local.


08.00: el vuelo 11 de American Airlines, un Boeing 767 con 92 personas a bordo, despega del Aeropuerto Internacional Logan de Boston hacia Los Ángeles.
08.14: el vuelo 175 de United Airlines, un Boeing 767 con 65 personas a bordo, despega del Aeropuerto Internacional Logan de Boston hacia Los Ángeles.
08.21: el vuelo 77 de American Airlines, un Boeing 757 con 64 personas a bordo, despega del Aeropuerto Internacional Dulles de Washington DC hacia Los Ángeles.
08.37: la FAA (La Administración Federal Aeronáutica) notifica al NORAD (North American Aerospace Defense Command, Mando de Defensa Aérea de América del Norte) que existe una sospecha de secuestro del vuelo 11 de American.
08.41: el vuelo 93 de United Airlines, un Boeing 757 con 44 personas a bordo, despega del Aeropuerto Internacional de Newark hacia San Francisco.
08.46.30: el vuelo 11 de American se incrusta por completo en la Torre Norte del World Trade Center (WTC).
09.02.59: el vuelo 175 de United embiste la Torre Sur del World Trade Center. El suceso es cubierto en directo por diversas cámaras de televisión que enfocaban a las Torres Gemelas a causa de la densa humareda que surgía de la Torre Norte.
09.03: la FAA notifica al NORAD que existe una sospecha de secuestro del vuelo 175 de United.
09.07: el Jefe de Empleados de la Casa Blanca avisa al presidente George W. Bush que embistieron la segunda torre y que Estados Unidos se encuentra bajo ataque. El presidente se encontraba reunido con unos niños de una escuela primaria de Sarasota (Florida).
09.08: la FAA prohíbe todos los despegues que se dirijan hacia o pasen sobre el espacio de Nueva York.
09.10-09.25: Richard Clarke, encargado de la oficina anti-terrorista, organiza una video conferencia desde la Casa Blanca entre los más altos jefes militares para organizar la respuesta.
09.21: se cierran todos los túneles y puentes de la isla de Manhattan.
09.26: la FAA prohíbe el despegue de todos los aviones civiles]
09.31: el presidente George W. Bush pronuncia un discurso en la escuela primaria en la que se encuentra, informando que se trata aparentemente de un acto terrorista.
09.34: la FAA notifica al NORAD que existe una sospecha de secuestro del vuelo 77 de American.[
09.34: el presidente George W. Bush sale de la escuela primaria de Sarasota hacia el aeropuerto.
09.37.46: el vuelo 77 de American se estrella contra el Pentágono.
09.45: la FAA, (con ordenes del Presidente) ordena a todos los aviones en vuelo aterrizar inmediatamente en el aeropuerto más cercano
09.48: el Congreso y la Casa Blanca son evacuados.
09.57: el presidente Bush abandona Florida.
09.59: se derrumba la Torre Sur.
10.03.11: el vuelo 93 de United cae en un campo abierto en Shanksville, Pensilvania. Al parecer, se habría producido una lucha entre la tripulación y los pasajeros con los secuestradores para retomar el control del aparato. (Sobre este suceso 5 años más tarde se estrenó una película titulada "United 93").
10:06: la FAA notifica al NORAD que existe una sospecha de secuestro del vuelo 93 de United.[5]
10.28: cae la Torre Norte.
11.:04: el edificio de las Naciones Unidas en Nueva York es evacuado.
11.45: el presidente Bush aterriza en la base aérea Barksdale en Louisiana.
13.04: el presidente Bush declara "Alerta Máxima" en todo el mundo y se dirige a la nación a través de los medios de comunicación desde la base aérea Barksdale.
13.37: El Presidente Bush deja en Air Force One, la base Barksdale.
14.51: la Marina envía destructores misilísticos a Nueva York.
15.07: El Presidente Bush aterriza en la base aérea Offutt en Nebraska.
16.36: El presidente Bush deja en Air Force One, la base Offutt y ordena ser llevado a la Casa Blanca
17.25: se derrumba el edificio 7 de 47 pisos del World Trade Center.
19.00: El Presidente Bush llega a la Casa Blanca.
20.30: El presidente Bush habla a la nación desde el Despacho Oval, en la Casa Blanca.
Las muertes se contaron por miles, pereciendo exactamente 2.973 personas, incluyendo 246 muertos en los cuatro aparatos estrellados (ninguno de los pasajeros de los aviones secuestrados sobrevivió), 2.602 en Nueva York muertos tanto dentro de las torres gemelas como a sus pies, y 125 muertos dentro del edificio del Pentágono. Entre las víctimas se contaban 343 bomberos, 23 policías del departamento de policía de Nueva York y 37 policías de la autoridad portuaria de Nueva York y Nueva Jersey. A fecha de hoy, aún permanecen 24 personas más entre la lista de desaparecidos.

Sobrevivientes

Según la Comisión del 11-S, aproximadamente 16.000 personas se encontraban en las zonas de impacto del complejo del World Trade Center en el momento de los ataques. La gran mayoría de ellos sobrevivió, gracias a las labores de evacuación antes del derrumbe de las torres.



Los secuestradores
19 hombres árabes embarcaron en los cuatro aviones, cinco en cada uno, excepto el Vuelo 93 de United Airlines, que tuvo cuatro secuestradores. De los atacantes, 15 eran de Arabia Saudita, dos eran de los Emiratos Árabes Unidos, uno era de Egipto, y uno del Líbano. En general, eran gente con estudios y de familias acomodadas.
La lista completa es:
En el Vuelo 11 de American Airlines:
Mohamed Atta (egipcio y supuesto piloto)
Waleed al-Shehri (saudí)
Wail al-Shehri (saudí)
Abdulaziz al-Omari (saudí)
Satam al-Suqami (saudí)
En el Vuelo 175 de United Airlines:
Marwan al-Shehhi (de los Emiratos Árabes Unidos y supuesto piloto)
Fayez Banihammad (de los Emiratos Árabes Unidos)
Mohand al-Shehri (saudí)
Hamzeh al-Ghamdi (saudí)
Ahmed al-Ghamdi (saudí)
En el Vuelo 77 de American Airlines:
Hani Hanjour (saudí y supuesto piloto)
Khalid al-Mihdhar (saudí)
Majed Moqed (saudí)
Nawaf al-Hazmi (saudí)
Salem al-Hazmi (saudí)
En el Vuelo 93 de United Airlines:
Ziad Jarrah (Libanés)
Ahmed al-Haznawi (saudí)
Ahmed al-Nami (saudí)
Saeed al-Ghamdi (saudí)
Ataques con ántrax

Carta con ántrax enviada al Senador Daschle. El mensaje decía: «11-09-01. Ustedes no pueden detenernos. Tenemos este antrax. Ustedes mueren ahora. ¿Tienen miedo? Muerte a los Estados Unidos. Muerte a Israel. Alá es grande.» La carta fue procesada por el centro postal de Brentwood (Washington DC) donde dos trabajadores postales murieron debido a la inhalación de ántrax, Joseph Curseen Jr. y Thomas Morris Jr.



Una semana después del 11-S comenzaron una serie de atentados terroristas utilizando ántrax, una bacteria mortal. Durante el curso de varias semanas, los terroristas utilizaron el correo para exponer el ántrax a periodistas, políticos y empleados civiles en Nueva York, Nueva Jersey, Washington DC y Florida. Un total de 22 personas fueron contaminadas con ántrax, de las cuales cinco murieron.
Estos ataques acentuaron la inseguridad ciudadana y el clima de terror producidos por los atentados del 11 de septiembre.

Impacto del 11 de Septiembre en la Economía

La economía estadounidense entró en una fase de recesión a finales de 2001, después de una decada de crecimiento prácticamente ininterrumpido. La actividad económica ya había mostrado señales de agotamiento antes de los atentados, con la perdida de más de un millón de empleos en el sector industrial entre los meses de enero y septiembre.
Los ataques terroristas agravaron la situación al reducirse fuertemente el consumo como consecuencia del estado de psicosis de la población, que evitaba visitar sitios concurridos o viajar. El sector aéreo fue uno de los más afectados, pues la demanda de vuelos comerciales se redujo drásticamente, debido sobre todo al temor de que se repitieran las acciones terroristas, y también a la resistencia del público a someterse a las medidas rigurosas de seguridad en los aeropuertos. En un intento por aliviar esta situación, el Congreso aprobó un paquete financiero de 15 000 millones de dólares para el sector aéreo, en tanto que el gobierno de Bush adelantó un recorte adicional de los impuesto para revitalizar el consumo; esta medida tuvo efectos negativos en el presupuesto, ya de por si mermado por los gastos de la guerra.

Repercusiones Internacionales

Los ataques tuvieron ramificaciones globales. Gobiernos, asociaciones y medios de comunicación lo condenaron en todo el mundo. Especialmente famoso fue el titular del periódico francés Le Monde: Nous sommes tous Américains (Somos Todos Estadounidenses)
Tras los atentados, la administración Bush declaró la llamada guerra contra el terrorismo, con los objetivos de llevar a Osama bin Laden y al-Qaeda a la justicia y prevenir la acción de redes terroristas anti-estadounidenses. Estos objetivos se conseguirían a través de sanciones económicas y militares contra estados percibidos como protectores de terroristas y aumentando la vigilancia e inteligencia global.
Aproximadamente un mes después de los ataques, los Estados Unidos de América, con la colaboración de una coalición internacional, invadió Afganistán, cuyo gobierno había dado apoyo a fuerzas de Al-Qaeda. Particularmente importante fue el apoyo del gobierno pakistaní, que tras los atentados se alineó con Estados Unidos, cediéndole bases para la guerra en Afganistán y arrestando a más de 600 sospechosos de colaborar con al-Qaeda.
Efecto potencial en la salud
Las miles de toneladas de escombros tóxicos resultado de la caída de las Torres Gemelas están compuestos por: un 50% de material no fibroso y escombros de construcción; un 41% de vidrio y fibra; un 9´2% de celulosa y un 0´8% de asbesto, plomo y mercurio. Además se liberaron niveles sin precedentes de dioxinas y Hidrocarburos policíclicos aromáticos en los fuegos que ardieron durante los tres meses siguientes. Esto ha causado varias enfermedades en los equipos de rescate y reconstrucción que trabajaron en la zona cero, incluyendo la muerte del agente James Zadroga Los efectos se han extendido también a la salud de los habitantes del Bajo Manhattan y la cercana Chinatown.
Según una especulación científica, la exposición a varios productos tóxicos y los contaminantes del aire circundante a las Torres tras el derrumbe del WTC podría tener efectos negativos en el desarrollo fetal.

Motivos

Según las conclusiones de las investigaciones oficiales del gobierno estadounidenses, los ataques cumplían con la intención declarada de al-Qaeda, expresada en la fatwa de 1998 de Osama bin Laden, Ayman al-Zawahiri, Abu-Yasir Rifa'i Ahmad Taha, Shaykh Mir Hamzah, y Fazlur Rahman (emir del Movimiento Yihadista de Bangladesh, Fazlur Rahman).
Dicha fatwa lista tres "crímenes y pecados" cometidos por los estadounidenses en opinión de sus autores:
Apoyo militar de los EE.UU. a Israel.
Ocupación militar de la península arábiga por EE.UU.
Agresión estadounidense contra el pueblo de Iraq.
La fatwa establece que los Estados Unidos:
Saquea los recursos de la Península arábiga.
Dicta la política a seguir a los gobernantes de dichos países.
Apoya a regímenes y monarquías abusivos que oprimen a su propia gente.
Tiene bases e instalaciones militares en la península arábiga, violando así su Tierra Santa, con el fin de atemorizar a los estados vecinos.
Intenta dividir a los estados árabes con la finalidad de debilitarlos como fuerza política.
Apoya a Israel, y desea distraer a la opinión mundial de la ocupación de Palestina.

La respuesta estadounidense

Búsqueda de sobrevivientes, recuperación de cuerpos e indemnizaciones
En las horas siguientes a los ataques, se inició una operación de búsqueda y rescate a gran escala con más de 350 perros especialmente entrenados.[] Solo se lograron encontrar a unos pocos sobrevivientes malheridos, y en las semanas posteriores se hizo evidente que no se iban a hallar más.
La recuperación de cadáveres llevó meses. Simplemente el apagar todos los fuegos que ardían entre los escombros se demoró semanas, mientras que el desescombro completo no terminó hasta mayo de 2002. Se instalaron miradores provisonales para observar el trabajo de los equipos, que fueron retirados el 30 de mayo de 2002.
Asimismo, se iniciaron muchas recogidas de fondos para ayudar a las víctimas de los atentados y a los familiares de los fallecidos. Una vez cumplido el plazo para pedir las indemnizaciones (11 de septiembre de 2003) 2.833 personas habían recibido el pago.

Medidas de seguridad interna en Estados Unidos

Tras los ataques, se registraron las huellas de 80.000 árabes y musulmanes bajo la Alien Registration Act de 1940. 8.000 de ellos fueron entrevistados y 5.000 extranjeros fueron detenidos bajo la resolución conjunta del Congreso de los Estados Unidos 107-40, que autorizó el uso de fuerza militar para detener y prevenir terrorismo internacional en los Estados Unidos."[62]
A causa de los atentados, la opinión pública se centró sobre todo en materia de seguridad nacional, e incluso se creó una nueva agencia federal a nivel de gabinete, el Departamento de Seguridad Nacional, reorganizando así la lucha antiterrorista.
Asimismo se aprobó la Ley Patriótica (USA PATRIOT Act), suspendiendo y limitando algunas libertades y derechos constitucionales con el fin de aumentar la seguridad interna de los Estados Unidos. Esta medida ha sido duramente criticada por defensores de los derechos civiles, que ven en ella una violación de la privacidad de los ciudadanos, además de una relajación del control judicial sobre los cuerpos de inteligencia.

Respuesta internacional al Terrorismo

Tras el 11-S, numerosos gobiernos aprobaron leyes antiterroristas o endurecieron las ya existentes, particularmente de cara al terrorismo islámico. Entre ellos estuvieron el Reino Unido, la India, Australia, Francia, Alemania, Indonesia, China, Canadá, Rusia, Pakistán, Jordania, Mauricio, Uganda y Zimbabue. Una consecuencia de dichas medidas fue la congelación de cuentas bancarias asociadas a Al-Qaeda
Los servicios de seguridad e inteligencia de varios países (Italia, Malasia, Indonesia, Filipinas...) arrestaron tras los atentados a personas relacionadas con células varias de al-Qaeda.
Dichas medidas han sido objeto de críticas varias, que las ven como un atentado a las libertades individuales, como un recorte de derechos y, en general, como un aumento de la injerencia del Estado en la intimidad de los ciudadanos.
Particularmente conocido es el campo de detención de Guantánamo, base estadounidense en Cuba, donde se encuentran numerosos prisioneros capturados como "combatientes ilegales". Dicho centro, criticado por Amnistía Internacional, la Unión Europea, la ONU y numerosas organizaciones más, ha sido reiteradamente denunciado como una violación de los Derechos Humanos.


Los Desaparecidos

En las horas siguientes a los atentados, comenzaron a aparecer por las calles carteles que mostraban las fotografías de trabajadores del World Trade Center desaparecidos. Amigos y familiares se aferraban a la posibilidad de que sus seres queridos permanecieran con vida. Sin embargo, estas esperanzas se desvanecieron rápidamente, ya que fueron muy pocos los supervivientes hallados entre los escombros.



Unidos por el Dolor

Los habitantes de todo el mundo, conmocionados, lloraron las muertes del 11 de septiembre en innumerables velatorios, funerales, reuniones y servicios conmemorativos. En Estados Unidos, las muestras de patriotismo colectivo alcanzaron niveles desconocidos en muchas décadas. Millones de ciudadanos desplegaron banderas estadounidenses en sus hogares y automóviles, y las expusieron en sus ropas, para reflejar su solidaridad. Se multiplicaron las donaciones destinadas a ayudar a las víctimas y a sus familias, y millares de personas esperaron en fila para ofrecer su sangre. En esta fotografía, Óscar Oliva, de cuatro años de edad y origen hondureño, participa en uno de aquellos actos conmemorativos en Miami, Florida. El audio reproduce parte de las palabras referidas a la tragedia que el presidente estadounidense, George W. Bush, pronunció ante el Congreso el 20 de septiembre de 2001.



Consecuencias

Los atentados del 11 de septiembre hicieron patente la vulnerabilidad estadounidense ante este tipo de ataques. El gobierno anunció de forma inmediata una "guerra contra el terrorismo", se incrementaron las competencias policiales y se adoptaron medidas para reforzar la seguridad en el espacio aéreo, aduanas y pasos fronterizos, así como en cuestiones tales como la inmigración. "Ésta no será una era de terror", afirmó el presidente George W. Bush. "Será una era de libertad, aquí y en todo el mundo". Estas dos fotografías muestran el horizonte de Manhattan antes y después de los atentados, en marzo de 2000 y en octubre de 2001. Las palabras que se escuchan corresponden a John Lewis, miembro de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, en el transcurso de la plegaria pronunciada en el Capitolio el día 12 de septiembre de 2001, 24 horas después de la tragedia.

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